Hoy las empresas deben ser conscientes que al diseñar sus estrategias de sustentabilidad, deben tener en cuenta el bienestar del planeta y también de las personas.
La sustentabilidad hoy ya es una materia transversal en las empresas, abarca todos los procesos e involucra a todos los niveles de la compañía. Ya sea en la producción como en los servicios, todo debe orientar a no generar impactos negativos.
Por eso, cada vez más, los criterios ASG (por sus siglas: Ambientales, Sociales y Gobierno corporativo) o ESG (la misma sigla, pero en inglés) son utilizados para evaluar las inversiones considerando la sustentabilidad del negocio.
Adoptar una mirada de triple impacto no solo les permite a las organizaciones ser más competitivas, sino que, a su vez, contribuye a construir sociedades más equitativas y al crecimiento económico a largo plazo.
Las empresas junto con los gobiernos son un agente fundamental para el logro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) teniendo la oportunidad de asumir una función de liderazgo en el desarrollo de soluciones que ayuden a crear un futuro sustentable.
Nuestro propósito
En este contexto, el propósito de ManpowerGroup nunca ha sido más relevante que en los últimos años: creemos que el empleo significativo y sostenible tiene el poder de cambiar el mundo.
Como compañía especializada en soluciones de capital humano, enfocamos nuestra operación en el respeto por las personas y su bienestar, y en el vínculo cercano y de largo plazo con clientes, colaboradores, socios comerciales, proveedores, entidades gubernamentales y comunidades con el fin de potenciar el futuro del trabajo.
A través de nuestra estrategia de sustentabilidad buscamos: ayudar a las personas a conectarse con el ámbito laboral y seguir siendo empleables a largo plazo; asegurar que nuestra gente tenga las habilidades y la experiencia que necesitan para respaldar nuestros objetivos y avanzar en sus carreras, conduciendo nuestro negocio de manera ética y responsable.
La sustentabilidad nos transforma
Con la transformación digital avanzando a un ritmo sin precedentes, las organizaciones necesitan evolucionar su fuerza laboral para asegurar que las personas se adapten rápidamente a los cambios tecnológicos y que, además, estén preparadas para sobreponerse a tiempos de disrupción.
Por eso, ayudar a las personas a adquirir habilidades, mejorar las que ya tienen y volver a capacitarse para los puestos más demandados sigue siendo el desafío de esta década. Es importante crear un lugar de trabajo donde todos puedan liberar su potencial y tengan una participación más equitativa de la prosperidad.
Si bien muchas de las tendencias que veíamos antes de la crisis se han acelerado, como la digitalización y el trabajo remoto, una de ellas ha dado marcha atrás y nos ha hecho retroceder décadas. El riesgo de una recesión en el progreso hacia la paridad de género es real.
Las mujeres no solo han asumido más tareas y responsabilidades en casa, sino que la pandemia ha afectado los roles ocupados predominantemente por mujeres. Ahora es el momento de lograr el progreso que la próxima generación de mujeres necesita ver en el lugar de trabajo.
Por todo esto, hoy más que nunca las empresas deben comprometerse en los temas ASG, porque solo las que lo hagan podrán tener una marca empleadora fuerte.
