Derivar tareas en equipos especializados puede darle a las empresas una oportunidad para concentrarse en su desarrollo y transformación.
Las agendas empresariales están cada vez más llenas de presiones y búsqueda de creatividad para darle nuevas riendas a los negocios. En este escenario, las organizaciones que logran diferenciarse son aquellas que pueden enfocarse plenamente en su propuesta de valor. Sin embargo, muchas veces las tareas operativas, administrativas o de soporte consumen tiempo y recursos que podrían estar destinados al crecimiento.
En este contexto, el outsourcing aparece como una metodología clave para liberar capacidades internas y permitir que los equipos se concentren en los objetivos estratégicos del negocio.
¿Qué es el outsourcing? También conocido como tercerización, este servicio consiste en delegar ciertos procesos o funciones a un proveedor externo especializado. De este modo, las organizaciones no solo ganan eficiencia, sino que acceden a conocimiento experto, tecnología de punta y estructuras ya consolidadas sin necesidad de desarrollarlas internamente.
Business Process Outsourcing (BPO): mucho más que una solución operativa
Dentro del universo del outsourcing, el Business Process Outsourcing (BPO) es una modalidad que apunta a tercerizar procesos completos de negocio. Esto puede incluir áreas como finanzas, IT, atención al cliente o recursos humanos. El objetivo es claro: que el talento interno deje de ocuparse de lo urgente y pueda dedicarse a lo importante.
En el caso del área de RRHH, el BPO permite externalizar funciones administrativas y repetitivas, como la gestión de nómina, el control de ausentismo, la administración de legajos o los procesos de onboarding, entre otros.
También se puede aplicar en servicios más estratégicos, como la selección de personal, los estudios de clima laboral, las evaluaciones de desempeño o incluso el diseño de programas de capacitación.
¿Qué gana una empresa al tercerizar procesos de RRHH?
Cuando una empresa recurre a un equipo de BPO para su área de RRHH puede obtener varios beneficios:
- Más tiempo para enfocarse en las personas: al tercerizar tareas operativas, el área de RRHH puede concentrarse en lo que realmente genera valor: el desarrollo del talento, la experiencia del colaborador, la cultura organizacional y el liderazgo.
- Acceso a especialistas y tecnología: los proveedores de BPO suelen contar con equipos multidisciplinarios y herramientas digitales que aseguran eficiencia, precisión y actualización constante en materia legal y tecnológica.
- Reducción de costos y mayor escalabilidad: tercerizar permite convertir costos fijos en variables y escalar operaciones según la necesidad, algo clave en contextos de crecimiento acelerado o cambios en la estructura del negocio.
- Mejora en la calidad del servicio interno: con procesos más profesionales y ordenados, los colaboradores perciben una mejora directa en la atención y resolución de temas cotidianos, desde la liquidación de haberes hasta la gestión de licencias o beneficios.
Una metodología al servicio del crecimiento
Lejos de ser una herramienta meramente operativa, el outsourcing, y en particular el BPO, es una estrategia de negocios. Es una forma de liberar el potencial del talento interno, redirigir energías hacia la innovación, y asegurar que cada área contribuya con su máximo valor a los objetivos de la empresa.
En un mundo en el que el tiempo y el foco son recursos escasos, saber qué procesos conviene delegar puede marcar la diferencia entre una organización que sobrevive y una que realmente crece.
Desde Manpower podemos ayudar a definir una estrategia de outsourcing eficaz para cada compañía y acompañarla en el proceso a través de nuestros equipos especializados.