Puede que sea una de las tareas que más desafíe a quienes recién asumen el rol. ¿Es posible adquirir esta habilidad? ¿Cómo lograr hacerlo de una manera constructiva?
A la alegría por la promoción le sigue, sin dudas, una pregunta: ¿tengo todas las habilidades para el nuevo rol? Cuando se llega a ser líder es importante reconocer qué skills ya son propios y cuáles se deberán empezar a entrenar. Y uno de los que más suelen necesitar trabajar es el de poner límites de manera segura y constructiva para el equipo y la persona.
Ser líder no solo implica coordinar equipos y tomar decisiones estratégicas, sino también desarrollar habilidades de gestión interpersonal que muchas veces pueden resultar incómodas, como la mencionada de aprender a poner límites.
Quienes son nuevos en el rol pueden sentir que les cuesta establecer estos límites, pero deben saber que es una habilidad que se adquiere con la práctica, que se aprende y, sobre todo, que puede marcar la diferencia en la efectividad de tu liderazgo.
¿Por qué es importante poner límites como líder?
Los límites claros generan entornos de trabajo saludables. Ayudan a evitar el agotamiento, establecen expectativas realistas y fortalecen el respeto mutuo dentro del equipo.
Un líder que no sabe poner límites puede terminar sobrecargado, con un equipo desmotivado y enfrentando situaciones de falta de compromiso o confusión sobre responsabilidades.
Entonces, ¿cómo aprender a poner límites sin sentir culpa?
Aprender a establecer límites no solo es clave para el bienestar de la persona que lidera, sino también para el rol y para el equipo. Un liderazgo efectivo no significa decir "sí" a todo, sino encontrar un equilibrio entre apoyar a los demás y cuidar de uno mismo y la posición.
Con práctica, paciencia y comunicación clara, es posible lograr que desarrollar un liderazgo sólido, respetado y saludable para todos.