Cada vez más, a estos talentos se les pide contar con mucho más que conocimiento técnico. Hoy las habilidades humanas son el valor agregado que las empresas están buscando en ellos.
Durante años, al hablar de talentos TI, el foco estuvo puesto casi exclusivamente en las habilidades técnicas: dominar lenguajes de programación, manejar frameworks, conocer bases de datos, entender arquitecturas, aplicar metodologías ágiles. Pero el panorama cambió. Hoy, saber hacer no alcanza: también es clave saber trabajar con otros, comunicarse bien, adaptarse, colaborar y aprender en movimiento. En otras palabras: las soft skills pasaron a ocupar un lugar central en la agenda del talento tecnológico.Lo que sucede es que, a medida que los equipos tecnológicos se volvieron más transversales, globales y enfocados en la experiencia del usuario, entonces las habilidades humanas dejaron de ser simples complementos: ahora son una necesidad.
Los profesionales TI ya no trabajan aislados en la “cueva del código”; hoy interactúan con múltiples áreas, participan en decisiones estratégicas, explican soluciones complejas a equipos no técnicos y forman parte de células ágiles orientadas a resultados de negocio.
Además, en un entorno tan dinámico como el tecnológico, donde las herramientas cambian a gran velocidad, tener la capacidad de aprender de forma constante, adaptarse a nuevos entornos y colaborar con otros perfiles es tan importante como cualquier stack técnico. Las empresas que buscan talento TI no solo miran lo que una persona sabe hacer hoy, sino qué tan preparada está para crecer, integrarse y aportar valor sostenido en el tiempo.
Por eso, las habilidades humanas no reemplazan a los conocimientos técnicos, pero sí los potencian. Son el diferencial que convierte a un buen perfil en un gran profesional.
Las habilidades blandas más valoradas en profesionales TI
Conociendo esto, desde Experis, él área especializada en talento TI de ManpowerGroup, hacemos un repaso por las soft skills más buscadas hoy en estos profesionales:
En definitiva, el talento técnico sin habilidades blandas puede ser funcional, pero difícilmente sea transformador. Las organizaciones que apuestan a desarrollar estas competencias en sus equipos IT están invirtiendo en profesionales más completos, más integrados al negocio y más preparados para liderar el cambio.
Por eso, cada vez más procesos de selección incluyen entrevistas por competencias, dinámicas grupales o assessments que evalúan no solo lo que una persona sabe, sino cómo se relaciona, cómo piensa y cómo se ve a futuro. Porque en tecnología el código importa, pero la actitud también.