El autoconocimiento es la clave para resolver muchos problemas en todos los ámbitos de la vida. Entre otras cosas, ayuda a analizar dónde se encuentra y adónde quiere ir. Y cuando solicitas un trabajo, te permite conocer las respuestas sobre los defectos y cualidades para la entrevista de trabajo.
Este es el momento de usar la sinceridad y comprender que las instituciones serias no pretenden contratar profesionales perfectos. Entienden que todo ser humano está dotado de habilidades y puntos para mejorar.
Entonces, si quieres prepararte para una entrevista de trabajo y ser consciente de cuáles son las mejores respuestas para esa conversación, ¡sigue leyendo esta publicación!
¿POR QUÉ SE HACEN PREGUNTAS SOBRE CUALIDADES Y DEFECTOS?
Cualquiera que haya pasado por un proceso de selección sabe que consta de varias etapas. También reconoce que la entrevista no es una más de estas etapas, sino una de las más importantes, ya que es allí donde se profundiza el conocimiento de ambas partes.
Tanto el reclutador como el candidato tienen, en esta etapa, la oportunidad de obtener un poco más de información. Y este es el objetivo principal de las preguntas de los entrevistadores: comprender cómo puede trabajar el posible empleado en la empresa.
Por tanto, es totalmente aceptable e incluso esperado que el entrevistado tenga dificultades y problemas. La pregunta que surge aquí es si sabe qué son y qué hacer para solucionarlos. Lo que cuenta es el grado de madurez e inteligencia emocional.
La vida diaria en una organización requiere que un profesional esté abierto a las críticas y posibles retroalimentaciones negativas. Si una persona tiene la humildad de reconocer sus propios defectos, acepta aprender y trabaja para mejorar, se destaca por tener una competencia esencial para el mercado.
Por tanto, la honestidad es la mejor forma. Después de todo, si no puede hablar de una debilidad en la entrevista, el reclutador sospechará que también oculta sus errores y defectos en su trabajo diario.
¿CUÁLES SON LAS MEJORES RESPUESTAS SOBRE DEFECTOS Y CUALIDADES PARA LA ENTREVISTA DE TRABAJO?
La respuesta a esa pregunta puede variar de un individuo a otro, ya que cada uno tiene su propia personalidad. Sin embargo, aunque cada persona tiene que responder a las preguntas según su subjetividad, es posible pensar en el tema de antemano.
Es necesario analizar en profundidad las cualidades y defectos, tanto técnicos como de comportamiento. Por ello, averigüe cuáles son los requisitos de la vacante y hágase preguntas que sean relevantes para su ejecución.
Algunos ejemplos de preguntas a considerar son: ¿Cómo son mis habilidades de escritura? ¿Mi Inglés esta oxidado? ¿Me gusta lidiar con números? ¿Trabajo bien bajo presión? ¿Soy fácil trabajar en equipo? Estas preguntas guían su reflexión y producen buenas conclusiones.
Para ayudarlo a pensar en sus respuestas, hemos hecho una lista de las cualidades más buscadas por los reclutadores y una con los defectos que pueden no obstaculizar su solicitud.
CUALIDADES
Cuando informe sus cualidades, comprenda que hablar sobre características que son suposiciones básicas no lo colocará en una posición destacada. Un ejemplo es decir que eres honesto y sincero. Estas son cualidades que se esperan de cualquier persona. Entonces, concéntrate en tus diferenciales. Destacar aspectos como:
organización;
flexibilidad;
creatividad;
experiencia;
puntualidad;
proactividad;
Debe vincular sus mejores características a los requisitos de la vacante. Por ello, es importante dar ejemplos de las cualidades que mencionaste, aunque sean situaciones vividas fuera del contexto empresarial, al fin y al cabo, si no tienes experiencia profesional, poco tendrás que decir sobre este punto de vista.
Por lo tanto, no ve ningún problema en contar sus experiencias en la escuela, la universidad o incluso en la familia. Por ejemplo, si desea enfatizar sus habilidades de liderazgo, diga algo como: "Yo siempre dirijo el trabajo en grupo", "Me gusta organizar al amigo secreto en Navidad", etc.
OPORTUNIDADES DE MEJORA
Hablar de los puntos débiles no es malo. Lo ideal es que los admitas y busques lo positivo en tenerlos o demuestres lo que haces para superarlos. Por lo tanto, asuma la responsabilidad de todos ellos y nunca culpe a otras personas.
Los reclutadores están capacitados y entrevistan a muchas personas, para que sepan distinguir una respuesta sincera de una tontería. Entonces, piense en abordar temas como:
“Tengo dificultad para hablar en público, pero estudio esta asignatura y, siempre que tengo la oportunidad, practico para mejorar”;
“Puedo tardar mucho en realizar una tarea, pero siempre trato de realizarla de la mejor manera posible”;
“Estoy muy agitado, pero puedo concentrarme cuando tengo que hacerlo”;
"Tengo problemas para administrar mi tiempo, pero estoy usando una aplicación que me ha ayudado mucho con mi organización".
Al saber hablar de tus defectos y confirmar que buscas mejoras, demuestras que sabes hacer una autoevaluación, que estás en progreso y que eres una persona comprometida con tu desarrollo personal y profesional.
LO QUE NO SE DEBE DECIR
Un punto fundamental, a la hora de dar las respuestas, es no intentar transformar cualidades en defectos. Trate de escapar de clichés como "Soy un perfeccionista", "Estoy ansioso", "Soy un adicto al trabajo", etc.
Además, evite hablar de defectos que podrían ponerlo en una mala posición de trabajador. Por ejemplo, decir que eres irresponsable, emocionalmente explosivo, pesimista, muy indeciso, entre otros, solo hará que los reclutadores te vean como un problema futuro para la organización.
Las empresas generalmente buscan personas que trabajen bien en equipo, y los reclutadores buscan esa cualidad desde la entrevista, especialmente aquellas que se hacen en grupo. Decir que no te gusta trabajar así es un tiro en el pie.
Para saber qué decir o no decir, es necesario conocer la vacante y la empresa. De la misma manera que debe vincular sus habilidades a los requisitos del puesto pretendido, no debe demostrar defectos que sean incompatibles con la función.
Una buena preparación puede determinar su éxito en un proceso de selección. Con la competencia cada vez más grande, es necesario ceñirse a los detalles para no caer en un momento tan importante como la conversación con un reclutador.
Conocerse a sí mismo ayuda a dar buenas respuestas sobre los defectos y las cualidades de la entrevista de trabajo. Así, se puede reducir el nerviosismo y revelar seguridad al entrevistador, requisitos imprescindibles para un buen profesional.